Con la inflación alcanzando máximos de 40 años y la hiperinflación como un problema constante en numerosos países, ¿podrían las monedas estables proporcionar una forma para que las personas almacenen su dinero y eviten la devaluación?
En un lapso de 12 meses, la criptopoblación pasó de especular sobre las próximas ‘100X monedas’ a buscar ‘¿qué es el criptoinvierno?’ y ‘¿cuánto dura un criptoinvierno?’. Este cambio radical de mentalidad es cortesía de los bajistas. Sentimientos prevalecientes en el mercado. Y no se trata solo del dinero estacionado en el mercado.
Los mercados bajistas infunden miedo. Desmoralizan a los inversores. Olvídate de los dólares, estamos viendo que cientos de tokens no fungibles (NFT) y proyectos DeFi se desvanecen en el aire. Además, el buen viejo: “Crypto es una estafa, te lo dije” ya ha comenzado a surgir. Sin embargo, el mercado de las criptomonedas no está solo. Está correlacionado con los mercados TradFi (finanzas tradicionales), que se han reducido en gran medida.
La razón de esto es el aumento de la inflación y la necesidad de que las Reservas Federales de EE. UU. y varios países Europeos aumenten las tasas. Debido a la pandemia mundial, los dos últimos años han sido difíciles para las economías mundiales. Para estimular la economía y evitar un cierre total, los bancos centrales presionaron por políticas monetarias expansivas: aumentar la oferta monetaria y reducir las tasas de interés.
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Dar sentido a la inflación actual en la economía mundial
Recientemente, la inflación al consumidor de EE. UU. tocó su pico de 4 décadas en junio de 2022, alcanzando un 9,1%, el más alto desde diciembre de 1981. Los impactos adversos de la inflación se sienten incluso en los mercados financieros tradicionales con todos los 11 sectores del S&P 500 finalizando. Si te sorprenden estos acontecimientos, nada se compara con la situación en Turquía, donde la inflación ha subido a más del 70%.
Las tensiones económicas de los países latinoamericanos causadas por la inflación desenfrenada no son un espectáculo agradable con la pandemia de COVID y la crisis entre Ucrania y Rusia llevándolos al suelo. Se estima que Argentina, en particular, se verá afectada por un asombroso 72,6% de inflación a lo largo del 2022.
En una nota similar, Nigeria sufre una tasa de inflación de casi el 16,8%. Su moneda oficial, no solo recibió un gran golpe en el poder adquisitivo, sino que también tuvo un shock de época cuando su banco central elevó las tasas de interés, ni siquiera un mes después de los máximos inflacionarios. Y comprensiblemente, los inversionistas extranjeros están sacando grandes fondos de Nigeria. Todos estos números y métricas son un mero reflejo de la realidad del terreno.
El Reino Unido registró una nueva tasa de inflación alta en 40 años del 9,1 %, ya que el costo de vida aumenta debido al aumento de los precios de los alimentos y la energía. Canadá se enfrenta a un destino similar, ya que ha registrado su mayor tasa anualizada de aumento de la inflación en más de 40 años.
Hay argumentos legítimos de que la realidad básica de la inflación es peor que estas estimaciones, lo que solo profundiza las profundidades de la desesperación económica y la crisis del costo de vida que enfrentan los ciudadanos de todo el mundo. Podemos regresar a la razón principal de la inflación: la inyección de dinero, más allá de la necesidad, en la circulación por parte de los gobiernos.
¿Cómo se traduce esto en inflación?
En pocas palabras, más dinero en manos de los consumidores equivale a más ingresos disponibles.
Ecuación simple, pero el problema aquí es que la oferta de bienes y servicios sigue siendo la misma, lo que equivale a más dinero persiguiendo la misma cantidad de bienes. Esta situación está hecha a medida para que las empresas multipliquen los precios de los productos, ya que saben que hay suficiente demanda.
Este aumento en los precios da como resultado una caída en el valor del dinero, ya que la misma cantidad de dinero puede comprar menos productos ahora.
Sin embargo, nos enfrentamos a una crisis global sin precedentes: la cadena de suministro se ve interrumpida por el bloqueo de COVID en países como China, junto con la crisis entre Rusia y Ucrania que afecta a un importante exportador de petróleo y alimentos básicos.
¿Cuáles soluciones existen ante esta problemática?
Existe la necesidad de herramientas financieras y vehículos de inversión que ayuden a que el dinero retenga su valor, al mismo tiempo que mantiene la liquidez.
Para esta necesidad particular una clase de activos de monedas estables que pueden presagiar una nueva era de inversión sostenible.
El camino de las monedas estables es la cobertura contra la hiperinflación;
En esencia, las monedas estables son un tipo de criptomoneda cuyos precios están vinculados al precio de una determinada moneda fiduciaria. Mantienen su consistencia de precios por medio de garantías, es decir, respaldadas por reservas de algún tipo. Las reservas pueden ser monedas fiduciarias, otras criptomonedas o incluso materias primas.
Con más de $ 150 mil millones en capitalización de mercado, las monedas estables son el paso ideal en la dirección correcta. Su oferta está más allá del control de cualquier gobierno que proteja contra la devaluación innata del dinero. Además, se puede utilizar para realizar la mayoría de las transacciones financieras por una fracción del costo, entre pares y sin supervisión regulatoria.
¿Cómo se vence la hiperinflación usando monedas estables?
En los países más golpeados por la inflación, como Nigeria, la moneda se devalúa y disminuye el poder adquisitivo de la población si guarda sus ahorros en ella. En cambio, pueden convertir la moneda local, Nairas, en USDT o USDC u otras monedas estables con vinculación fiduciaria. Su dinero no se habría devaluado debido a la inflación nigeriana y, más aún, habría tenido el potencial de crecer en valor. Además, esas monedas estables respaldadas por dólares podrían apostarse o usarse en protocolos DeFi para ganar más. Mientras que algunos países que sufren de hiperinflación y devaluación de la moneda, como Argentina, optan por convertir sus pesos en Bitcoin, las monedas estables ofrecen una opción menos volátil a la criptomoneda número uno.
Stablecoins: La solución para los no bancarizados
A pesar de la reciente crisis que rodeó la desvinculación de UST y la caída del ecosistema Terra, las monedas estables reflejan el potencial para democratizar verdaderamente las finanzas globales. 3 de las 10 criptomonedas más valiosas son monedas estables: Tether, USDC y Binance USD. Esto brinda a todos, la misma oportunidad de vencer la volatilidad de la moneda local y la hiperinflación.
La población global no bancarizada está creciendo y las monedas estables actúan como un pase de entrada para que se unan a la economía global descentralizada. Cuando esto se desarrolle completamente, la inclusión financiera finalmente podría ser una realidad.
Conclusiones
Cuando se habla sobre criptomonedas, la mayoría de la gente piensa automáticamente en Bitcoin y Ether, pero las stablecoins también forman parte del grupo, ya que han sido creadas bajo programas y algoritmos de blockchain.
Las monedas estables han ganado más protagonismo en el espacio de las criptomonedas, principalmente fueron impulsadas por la caída de los precios en el año 2017. Esta caída causó un cambio de mentalidad de los inversores, ya que comenzaron a buscar criptomonedas con una mayor estabilidad.
¿Por qué ahorrar con las stablecoins? Por tres aspectos principales:
1. Reducción de la volatilidad:
El mercado de las criptomonedas es conocido por su volatilidad, y los inversores necesitan activos digitales que puedan prometer estabilidad, la cual ayuda a predecir el mercado y también atrae la inversión institucional.
2. Adopción de criptomonedas
Ya sea para inversores minoristas o institucionales, los activos criptográficos que son altamente volátiles son una venta difícil. Su volatilidad dificulta la adopción por parte de las empresas y para realizar pagos. Las stablecoins puede acelerar esto y atraer más inversión en el sector de las criptomonedas.
3. Cobertura
En virtud de su estabilidad, las stablecoins ofrecen a los inversores la opción de proteger su riqueza contra la incertidumbre. Incluso los ciudadanos en economías inflacionarias pueden usar estas monedas estables para preservar su riqueza.
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