Aranceles de Estados Unidos vs China: la nueva guerra comercial de Trump en 2025 y su impacto en la economía global y criptomonedas
En la primavera de 2025, la política comercial dio un giro dramático. El expresidente de EE. UU. Donald Trump (recién vuelto al poder) inició una escalada de aranceles sin precedentes que impactó a casi todo el mundo. Esta nueva ofensiva proteccionista – considerada por muchos como una “guerra comercial” renovada – se desarrolló rápidamente entre marzo y abril de 2025, teniendo como principal objetivo a China. “Nuestro país ha sido saqueado… por naciones tanto amigas como enemigas”, proclamó Trump al justificar sus medidas. En este artículo repasamos cronológicamente todos los eventos recientes relacionados con los aranceles de Trump en ese periodo, incluyendo la perspectiva y reacción de China. También analizamos cómo estos aranceles Estados Unidos-China sacudieron la economía global y cómo afectan los aranceles a las inversiones en criptomonedas, un tema clave para inversores jóvenes y entusiastas de sitios como un blog de economía y cripto.
Cronología de la escalada arancelaria (marzo–abril 2025)
Marzo 2025: Vuelven los aranceles masivos. A poco de iniciar su nuevo mandato, Trump reimpulsó su agenda proteccionista. A principios de marzo, duplicó un arancel general a importaciones chinas del 10% al 20%. Además, reinstauró gravámenes históricos: el 25% a las importaciones de acero y aluminio entró en vigor el 12 de marzo, y anunció también un 25% sobre automóviles extranjeros (no cubiertos por el TMEC) a partir de abril. Estas medidas revivían tarifas de la era Trump anterior, elevando los aranceles de EE. UU. a niveles no vistos desde la ley Smoot-Hawley de 1930. Para el final de marzo, Trump preparaba su golpe más ambicioso: un arancel universal mínimo.
La guerra arancelaria estalló con tarifas sin precedentes entre EE. UU. y China, causando turbulencias en mercados globales.
2 de abril: “Día de la Liberación” y aranceles universales.
En un evento bautizado por Trump como “Día de la Liberación”, anunció los aranceles más altos en un siglo. Estados Unidos impondría un arancel universal del 10% a todas las importaciones, junto con tasas “recíprocas” mayores para países con los que EE. UU. tiene déficit. En una tabla gigante mostró los porcentajes: 20% a la Unión Europea, 34% a China, 25% a Corea del Sur, 24% a Japón, 26% a India, 36% a Tailandia, etc. En total, unos 200 países enfrentarían nuevos impuestos. Trump alegó (sin datos fiables) que solo estaba igualando la supuesta carga que esos países ya imponían a EE. UU.. Cabe destacar que México y Canadá quedaron exentos inicialmente por acuerdos especiales – se mantenían las reglas del TMEC para ellos, evitando los nuevos aranceles por ahora. En el caso de China, ese 34% anunciado se sumaba a tarifas previas, elevando el total inicial a 54% contando medidas de su primer mandato. Trump firmó un decreto tras un discurso encendido donde afirmó que “durante décadas nuestro país ha sido saqueado” y que era hora de cambiar las reglas.
Reacción inmediata de China: Pekín condenó enérgicamente la jugada. El gobierno chino advirtió que el proteccionismo no lleva a ninguna parte y que las “guerras comerciales y arancelarias no tienen ganadores”. Esta postura dejaba clara la perspectiva de China: oponerse frontalmente a lo que percibían como medidas coercitivas unilaterales. No obstante, en el corto plazo China optó por responder con la misma moneda.
Inicios de abril: China contraataca y Trump redobla la apuesta. Apenas EE. UU. reveló sus aranceles diferenciados, China impuso aranceles del 34% sobre todos los productos estadounidenses en represalia. Esta contraofensiva de Pekín equivalía a subir aún más los altos gravámenes que ya aplicaba. La reacción de Trump fue furiosa: el 7 de abril denunció en su red Truth Social que China era “el mayor abusador de todos” y anunció que si Beijing no retiraba inmediatamente esos aranceles de represalia, él impondría un 50% adicional a los productos chinos. En otras palabras, Trump amenazó con elevar la tarifa efectiva para China a niveles estratosféricos en cuestión de días. También suspendió cualquier diálogo con Pekín y dijo que priorizaría negociar con otros países “no abusadores”. China, lejos de ceder ante el ultimátum, mantuvo su postura firme.
9 de abril: Entran en vigor aranceles récord de EE. UU.
Sin que China diera marcha atrás, Trump cumplió su advertencia. Desde el 9 de abril, la Casa Blanca activó un arancel del 104% a las importaciones chinas – una cifra inédita, sumando capas de gravámenes hasta más que duplicar el precio de origen de los bienes chinos en suelo estadounidense. Ese mismo día entró en vigor también el arancel universal del 10% y las tasas del 20% a la UE, consolidando un “muro arancelario” global. La administración Trump se jactó de que con estas medidas buscaba recaudar 2.000 millones de dólares diarios en impuestos a las importaciones; sin embargo, el primer balance mostró ingresos muy inferiores (unos 4.800 millones acumulados de China y 2.000 millones de México, entre otros.
La reacción mundial fue de alarma. Ese 9 de abril, los mercados financieros se desplomaron: los futuros de las bolsas europeas cayeron alrededor de -3,5% y el Nikkei de Tokio llegó a perder un -4%, acumulando un -11% en la semana previa al anuncio. El petróleo también se hundió por debajo de 60 dólares, ante temores de recesión global por la guerra comercial. Países aliados respondieron con represalias: por ejemplo, Canadá impuso un 25% a ciertos automóviles estadounidenses en venganza por las tarifas de Trump a sus autos desde el 3 de abril. La Unión Europea preparó su propia lista de contra-aranceles a productos emblemáticos de EE. UU. (agrícolas, industriales) valuados en 21.000 millones de euros. En suma, el 9 de abril marcó un pico de tensión: Trump había extendido su batalla arancelaria a casi todo el planeta y los afectados respondían en bloque.
11 de abril: China eleva aún más sus aranceles y declara una tregua unilateral.
Dos días después, Beijing movió ficha de nuevo. China subió sus aranceles a los productos estadounidenses del 84% al 125%, prácticamente cerrando su mercado a bienes de EE. UU. Esta medida buscaba “luchar hasta el final” contra lo que calificó de “intimidación y coerción” de Washington. Sin embargo, junto con este aumento, China indicó que no seguiría escalando más allá. “Si Estados Unidos impone más aranceles, China los ignorará”, afirmó el Ministerio de Finanzas chino. A ese nivel (125% vs 104%-145% de EE. UU.), el comercio bilateral se volvía prácticamente inviable, por lo que Pekín señalaba que la fase de agresión arancelaria había llegado a un punto muerto. El propio presidente Xi Jinping, en una reunión con el primer ministro español Pedro Sánchez en Beijing, declaró que “no hay ganadores en una guerra de aranceles” y llamó a la UE a unirse para resistir el “bullying” estadounidense. En otras palabras, China buscaba apoyo internacional mientras plantaba cara a Trump pero evitando una escalada sin fin.
Tras el 11 de abril, la situación entró en una frágil tregua de facto. Trump había excluido a China de una moratoria de 90 días que concedió a otros países (dejando sus tarifas en 10% durante ese período), por lo que China quedó como el único destinatario de los aranceles máximos. Pekín, viendo el aislamiento, endureció retóricamente su postura pero dio señales de querer negociar a largo plazo, incluso reemplazando a su negociador comercial por un perfil más experimentado.
Mediados y fines de abril: Incertidumbre y preparativos. Para el 16 de abril, la ONU advirtió que estas tensiones podrían frenar el crecimiento económico mundial a solo 2,3% en 2025, medio punto menos de lo esperado. El temor a una recesión se cernía especialmente sobre economías exportadoras como Alemania, cuyo ministro de Finanzas admitió que un conflicto comercial prolongado podría hundir de nuevo su PIB. La Unión Europea, por su parte, inició negociaciones con Washington buscando frenar la guerra comercial, aunque preparándose “para el peor escenario” en caso de fallar el diálogo. A finales de abril (cerca del 24 de abril de 2025), si bien la retórica seguía tensa, los mercados mostraron cierto alivio al percibir que lo peor de la escalada había pasado.
TerraUSD (UST) y LUNA: auge, colapso y consecuencias (Informe 2022-2025)
Análisis de las consecuencias económicas
Los aranceles de Trump de 2025 han tenido efectos profundos e inmediatos en la economía global. En el corto plazo, provocaron volatilidad extrema en los mercados financieros. Cada anuncio de nuevos aranceles era seguido por desplomes bursátiles: índices asiáticos y europeos registraron pérdidas semanales no vistas desde la crisis de 2008. Grandes fondos de inversión congelaron operaciones – por ejemplo, en España se paralizaron fusiones y salidas a bolsa tras el “ataque arancelario” de Trump. La confianza empresarial se resintió globalmente debido a la incertidumbre.
Además, el comercio internacional comenzó a reconfigurarse. Con tarifas de más del 100%, comerciar ciertos bienes entre EE. UU. y China se volvió inviable, obligando a importadores a buscar proveedores alternativos o asumir costos mayores. Países terceros, como México o Vietnam, trataron de posicionarse para llenar huecos de mercado dejados por China en EE. UU. (aunque también estaban bajo nuevas tarifas, solo menores). Algunos aliados de EE. UU. optaron por represalias focalizadas, como la UE poniendo en la mira productos icónicos estadounidenses (motos, whisky, vaqueros) y Canadá gravando automóviles y otros bienes. Esto encareció aún más el comercio bilateral con Norteamérica y Europa.
En términos macroeconómicos, los aranceles actuaron como un impuesto al consumo: elevaron los precios de bienes importados en EE. UU., alimentando presiones inflacionarias en algunos sectores. Irónicamente, Trump presumió que gracias a sus políticas “los precios del petróleo, intereses y alimentos han bajado, no hay inflación”, cuando la realidad es que el petróleo cayó por miedo a recesión y las tasas por expectativas de estímulo. De hecho, Trump instó a la Reserva Federal a recortar más los tipos de interés para contrarrestar el frenazo económico que podían causar sus propios aranceles.
A nivel cambiario, vimos movimientos típicos de fly-to-quality: el dólar llegó a debilitarse frente a divisas refugio como el franco suizo y el yen durante el pico de tensión, ya que inversionistas buscaban protección. No obstante, la moneda china (yuan) se devaluó a mínimos no vistos desde 2008 inmediatamente después de los aranceles estadounidenses, lo cual China fue acusada de orquestar para contrarrestar el impacto. Esto generó más acusaciones de Trump de “manipulación cambiaria” por parte de Pekín.
En síntesis, las consecuencias económicas incluyen: mayor riesgo de recesión mundial, disrupción en cadenas de suministro, encarecimiento de bienes para consumidores, freno a inversiones por incertidumbre y tensiones monetarias. La política comercial agresiva de Trump fue calificada por Beijing como “una broma” sin sentido económico, pero sus efectos se sintieron muy en serio alrededor del globo.
Impacto en el mercado de criptomonedas
La batalla arancelaria de 2025 tuvo repercusiones notables en las criptomonedas, especialmente en Bitcoin. Esta clase de activos, a medio camino entre inversión especulativa y “refugio digital”, reaccionó a los vaivenes geopolíticos de manera volátil.
En los primeros días de la escalada, cuando reinó el pánico en los mercados tradicionales, muchos inversores liquidaron posiciones de riesgo – y Bitcoin no fue la excepción. De hecho, el 7 de abril (tras la respuesta inicial de China y la amenaza de Trump de aranceles del 50%), BTC cayó a cerca de 74.500 dólares, su nivel más bajo en lo que iba de 2025. Este descenso evidenció que en momentos de miedo extremo, incluso las criptomonedas sufren ventas, posiblemente para cubrir pérdidas en otros activos o por aversión general al riesgo.
Sin embargo, conforme las tensiones comerciales mostraron atisbos de tregua, Bitcoin repuntó con fuerza. Muchos inversores interpretaron que la guerra de aranceles podría debilitar las monedas fiat (por estímulos de los bancos centrales o pérdida de confianza) y vieron a Bitcoin como una reserva alternativa.
Así, apenas unos días después del mínimo, bitcoin recuperó la marca de 80.000 dólares y continuó subiendo. Para el 15 de abril, superó los 90.000 dólares por primera vez desde inicios de marzo. Este rally del ~20% en una semana se atribuyó en parte a las “promesas de frenar la escalada arancelaria” que tranquilizaron a los mercados.
Es decir, cuando China señaló que no subiría más sus tarifas (dando un respiro), los inversores recuperaron el apetito por activos de riesgo, incluyendo criptos. Bitcoin actuó como termómetro: cayó con el estallido de la guerra comercial y subió con las señales de desescalada.
Además de la dinámica riesgo/refugio, hubo otro ángulo interesante: la propia administración Trump involucró a Bitcoin en su estrategia económica. A inicios de marzo, Trump firmó una orden ejecutiva para crear una reserva estratégica de Bitcoin como “oro digital” para EE. UU.. Esta iniciativa buscaba capitalizar un posible rol de Bitcoin como activo de reserva global, en previsión de que la hegemonía del dólar pudiera tambalearse por las tensiones comerciales.
Si bien es un hecho tangencial, muestra cómo las políticas de Trump entrelazaron comercio y criptomonedas: por un lado, tensiones que movían el precio de BTC; por otro, la adopción de BTC como parte de la estrategia financiera nacional.
En resumen, ¿cómo afectan los aranceles a las inversiones en criptomonedas? En 2025 quedó demostrado que las guerras comerciales generan incertidumbre que inicialmente golpea también a criptoactivos, pero posteriormente pueden beneficiarlos.
Bitcoin actuó primero como activo de riesgo (cayendo junto a las bolsas) y luego como activo refugio o alternativo (subiendo a nuevos máximos cuando los inversionistas buscaron protegerse de políticas monetarias laxas y turbulencias económicas). Para los inversores jóvenes en cripto, la lección fue clara: eventos macro como los aranceles de Trump pueden tener un impacto significativo en sus carteras, y entender el contexto geopolítico es clave.
Perspectiva de China y sus reacciones
Desde la óptica china, la andanada de aranceles de Estados Unidos en 2025 fue vista como una agresión injustificada y políticamente motivada. Pekín sostuvo desde el inicio que la estrategia de Trump era un ejercicio de unilateralismo que violaba las reglas comerciales internacionales.
En comunicados oficiales, el gobierno chino acusó a Washington de utilizar los aranceles como “herramienta de intimidación y coerción”. Para China, estos impuestos punitivos buscaban frenar su ascenso económico y presionarlos en otros frentes (tecnología, geopolítica).
La reacción de China combinó medidas de retaliación con llamados al diálogo multilateral. En cuanto a acciones, ya detallamos cómo impuso aranceles proporcionales (34%, luego 84% y hasta 125%) a prácticamente todas las importaciones estadounidenses. Esto fue acompañado de otras movidas, como dejar caer el yuan a mínimos de 15 años, lo que hizo sus exportaciones más baratas y mitigó en parte el efecto de los aranceles estadounidenses.
Trump interpretó esto como manipulación deliberada de la divisa y lo denunció públicamente. Mientras tanto, el gobierno chino implementó estímulos internos y buscó diversificar mercados para sus productos (reforzando lazos comerciales con Europa, América Latina y África).
Diplomáticamente, China emprendió una campaña para ganar apoyos internacionales contra la política de Trump. El presidente Xi Jinping, en reuniones con líderes de la UE, Asia y África, reiteró que “ir contra la globalización aísla a uno mismo”.
Invitó a la Unión Europea a coordinar esfuerzos para resistir los aranceles de EE. UU., buscando presentarse como defensores conjuntos del libre comercio. Si bien la UE mantuvo prudencia, hubo cierta sintonía en condenar las formas de Trump. Organismos globales como la ONU y la OMC también criticaron las medidas estadounidenses por su impacto sistémico.
Un elemento importante de la perspectiva china fue mostrar disposición al diálogo, pero sin hacerlo desde la sumisión. China nombró a un nuevo jefe negociador de comercio a mediados de abril, señal de que se preparaba para negociaciones duras y de largo aliento. Al mismo tiempo, dejó claro que no negociaría “con la pistola en la cabeza”: exigió la suspensión de aranceles como condición para acuerdos. De hecho, tras elevar sus tarifas al 125%, indicó que no las aumentaría más, pero tampoco las quitaría unilateralmente – esperando que Washington diera el primer paso hacia la desescalada.
En resumen, la perspectiva de China frente a los aranceles de Trump se puede sintetizar así: resistencia firme pero calculada. Pekín se presentó como una potencia paciente, dispuesta a “luchar hasta el final” si era empujada, pero también a ignorar provocaciones adicionales para no agravar la situación. Internamente, reforzó un discurso nacionalista de autosuficiencia económica (“soportaremos el dolor mejor que ellos”) mientras externamente se erigió en defensora del multilateralismo. Para China, Trump estaba reeditando tácticas de la Guerra Fría en la economía, y su respuesta buscó dejar claro que no cedería soberanía económica ante presiones. Al mismo tiempo, su movimiento final de congelar la escalada (no sobrepasar 125%) mostró un enfoque pragmático: reconocer que una confrontación comercial total sería ruinosa para ambos y que era momento de explorar una salida negociada.
Conclusión
La renovada guerra de aranceles de Trump en 2025 transformó el panorama económico en cuestión de semanas. Lo que comenzó en marzo como un plan de aranceles universales del 10% acabó escalando a tarifas de tres dígitos entre las dos mayores economías del mundo. Las fechas clave – desde el Día de la Liberación del 2 de abril hasta el contraataque chino del 11 de abril – evidenciaron un juego de fuerzas donde ninguna nación quiso parpadear primero. En el ínterin, los mercados globales temblaron y los inversores en todos los sectores (desde la industria automotriz hasta las criptomonedas) se vieron impactados.
Para los entusiastas de la economía y cripto, este episodio ofrece valiosas lecciones. Vimos cómo las decisiones de política comercial de un líder pueden tener repercusiones inmediatas en activos financieros tradicionales y digitales. También comprobamos que China, lejos de ser un actor pasivo, tiene tanto el músculo económico como la voluntad política para responder y moldear la narrativa a su favor, incluso invitando a otros a unirse contra lo que llama injusticias.
Al 24 de abril de 2025, la situación sigue en evolución. Si bien hay una pausa tensa y esfuerzos diplomáticos en marcha, las consecuencias de los aranceles de Trump ya se sienten: crecimiento más lento, cadenas de suministro alteradas y un precedente de proteccionismo extremo. ¿Será esta pugna un incidente pasajero o el comienzo de una reestructuración duradera del orden económico mundial? Solo el tiempo dirá. Por lo pronto, los mercados – incluidos los de criptomonedas – estarán vigilando cada tuit y declaración, conscientes de que en la era de la interconexión global, una guerra comercial puede encender (o enfriar) muchas otras hogueras financieras.
Fuentes
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El País – “Trump declara la guerra comercial al mundo con un arancel universal del 10%…” (02 abr 2025) – elpais.com/internacional/2025-04-02/trump-declara-la-guerra-comercial-al-mundo-con-aranceles-minimos-del-10-y-tasas-mayores-a-sus-principales-socios-comerciales.html
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Infobae – “Trump advirtió que impondrá un arancel del 50% a productos chinos si Beijing no retira sus gravámenes” (07 abr 2025) – infobae.com/estados-unidos/2025/04/07/donald-trump-defendio-sus-aranceles-a-las-importaciones-y-critico-la-reaccion-de-china-es-el-mayor-abusador-de-todos/
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El País – “La guerra de aranceles de Donald Trump – en directo” (actualizaciones del 9 abr 2025) – elpais.com/internacional/2025-04-09/la-guerra-de-aranceles-de-donald-trump-en-directo.html
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CriptoNoticias – “China contraataca con más aranceles a EE. UU. (y dice que es la última vez)” (11 abr 2025) – criptonoticias.com/mercados/china-contraataca-mas-aranceles-eeuu-ultima-vez/
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Reuters – “China raises duties on US goods to 125%, calls Trump tariff hikes a ‘joke’” (11 abr 2025) – reuters.com/world/china/china-increase-tariffs-us-goods-125-up-84-finance-ministry-says-2025-04-11/
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El País – “La guerra de aranceles de Donald Trump – 16 de abril de 2025” (16 abr 2025) – elpais.com/internacional/2025-04-16/la-guerra-de-aranceles-de-donald-trump-en-directo.html
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Política Exterior – “Trump, Bitcoin y el futuro del dólar” (18 mar 2025) – politicaexterior.com/trump-bitcoin-y-el-futuro-del-dolar/
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El Financiero (México) – “Bitcoin supera los 90 mil dólares por primera vez desde marzo” (15 abr 2025) – elfinanciero.com.mx/2025/04/15/bitcoin-supera-los-90-mil-dolares-por-primera-vez-desde-marzo/
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The Guardian – “China raises US tariffs to 125% as Xi invites EU to team up against Trump ‘bullying’” (11 abr 2025) – theguardian.com/us-news/2025/apr/11/macron-speaks-of-90-days-of-uncertainty-as-trump-tariffs-spark-further-losses